sábado, 31 de agosto de 2013

No somos nadie.

No somos nadie.
Ahora no somos nadie,
No queda nada de lo que fuimos en aquella habitación vacía y que permanece guardando el humo de nuestro ayer. Aquella moneda que compró todo lo que quisimos ser y que ahora queda encerrada por siempre en un monedero de piel desgastado por los golpes que nos dio el viento mezclado con las gotas de anís que caían de nuestros ojos por vernos a nosotros y no a nuestro reflejo atrapados en aquella botella de cristal. Esa que torturada sigue expuesta a las paredes de esa habitación junto a la moneda y a los gritos en el silencio que esconden aquellas paredes...
Porque fuimos,
ya no somos.
7# (Ana del Amor Mart.)

jueves, 29 de agosto de 2013

Habitación en ruinas.

Habitación en ruinas

Vacía estaba aquella habitación. En las paredes, emborronados, quedaron los arañazos que tantos pensamientos diseñaron. El suelo se rompía, se partía por la mitad. 
Mucha gente había estado aquí, quizás demasiadas personas. Nunca nadie se había ocupado de repararla, aunque en el fondo era ese su encargo. Ahora, me toca a mí. Como si de una casa de alquiler se tratara, como una cárcel rodeada de celdas y atrapada permanezco. Una habitación vacía, sucia, rota... es lo que me queda para vivir.
De repente, empiezo a moverme. De un lado a otro. Un terremoto y luego, un tsunami. Aquella habitación quedó inundada de lágrimas y golpes. Ya no tenía nada, me lo habían robado todo.
Poco a poco voy perdiendo el conocimiento, la razón de ser. De ser lo que era, soy o si alguna vez seré. Eran mis lágrimas y mi corazón, que sin darme cuenta dejé entrar a demasiados amigos, demasiados con mala intención.
7# (Ana del Amor Mart.)

miércoles, 28 de agosto de 2013

Tormenta de verano.

Tormenta de verano
















Se atormenta mi mente, con un inmenso ruido que no deja pasar al aire. Que no deja hueco en mi nariz, ojos y oídos taponados... incluso el tacto y el gusto, el gusto del vivir se habían petrificado. 
Todo era frío, frío de invierno. 
Pierdo los sentidos a la vez que escapa el sentido de la vida. Ese dolor de cabeza, esa oscuridad inmensa no puede habitar hoy aquí, hoy no. Porque a la vez que mi mente se atormenta me voy dando cuenta de que sólo es un día frío de verano. Pobre de mí, ni mis pies saben en dónde me hallo. Pobres gotas de lluvia, que con ruido las he comparado.
7# (Ana del Amor)