Todo estaba oscuro y nostálgico
en ese palacio de apariencia agradable,
pero era solo apariencia, algo mágico
lo que hace verlo todo apasionante.
Me disponía a caminar
por esos peldaños envejecidos.
Rodeada por el miedo a resbalar
y destruir todo lo que había conseguido.
Pero aún llena de temor,
mis pasos me invitaban a continuar.
Susurraban: ''Sigue con valor,
si de verdad quieres triunfar''.
Cuando llegué a lo más alto
me encontraba vacía.
Era la ausencia del miedo
lo que me hizo volar con esa melancolía.
Ana del Amor Martínez